Manifiesto de la Asamblea de Barakaldo para la manifestación del 15 de Enero

Nos encontramos en la calle una vez más, para defender uno de los pilares de nuestro Estado de Bienestar y ejerciendo nuestro derecho como personas a una Sanidad Pública de calidad.

En los últimos meses, con el pretexto de la crisis, se está llevando a cabo una campaña de desprestigio de la sanidad pública al igual que un desmantelamiento de la misma a nivel internacional.

Mediante una estrategia de convencer a la ciudadanía de la ineficacia del sistema público de salud y bajo los pretextos del derroche y el ahorro se están llevando a cabo una serie de recortes permaneciendo la calidad en un segundo plano.

Es cierto que nuestro sistema de sanidad público es ineficiente en algunos aspectos como la atención y la masificación (sobre todo de las urgencias) como bien reflejan las encuestas en torno a la satisfacción del sistema de sanidad público. Sin embargo, esta ineficacia no se debe ni al derroche ni mucho menos se va solucionar recortando y privatizando.

Es una ineficacia que responde, más bien, a una falta de interés político por la sanidad pública de calidad. Desinterés que se refleja en su mala gestión y que no se soluciona congelando reposiciones de médicos (es decir, no cubrir bajas) cerrando hospitales, quitando camas, personal… es decir, invertir menos en instalaciones, investigación y por lo tanto en calidad.

Teniendo en cuenta que tenemos una sociedad envejecida es necesario defender, mantener y mejorar el actual sistema sanitario público, indispensable si queremos construir una sociedad del bienestar.

Por eso desde la defensa de una sanidad publica queremos, además, mostrar nuestro descontento con el actual modelo y denunciar su ineficacia. Exigimos una sanidad pública de calidad  sin corrupción donde prime la transparencia y una mejor gestión que se refleje en la atención al paciente.

Por eso hacemos un llamamiento a toda la población para defender un sistema sanitario público de calidad. Porque unos pocos no pueden enriquecerse a costa de la salud de todos y todas.