A las 17:00 comenzaron a llegar los primeros indignados de Barakaldo a la plaza Bide Onera para marchar a Bilbao a la manifestación al as 17:30. No obstante, un problema de logística pancartil retrasó la salida, haciendo que llegásemos al Sagrado Corazón justo a la hora indicada. Durante el trayecto en metro también estuvimos armando un poquillo de jaleo, anunciando la manifestación e invitando a todos a participar en ella, así como cantando algunas consignas. Nada más llegar al lugar de la cita comenzó a caminar la manifestación, posicionándonos casi al final de la cola. Sin embargo, durante el trayecto se fue sumando más gente tanto por delante como por detrás, llegando a no ver, desde nuestra posición, dónde comenzaba y dónde terminaba la manifestación. Gracias al megáfono estuvimos dando bastante guerra por toda la Gran Vía, hasta el punto de que nos trajeron una lista de consignas desde la cabeza de la manifestación porque se oía comentar que por nuestra zona se armaba bastante jaleo. Consignas viejas y nuevas, canciones de protesta social e incluso algún irrintzi amenizaron la caminata que duró un poquito más de dos horas que ni siquiera los rayos del Sol pudieron detener.
El punto más impresionante fue cuando, desde el puente frente al Ayuntamiento, se veía a la cabeza de la manifestación llegando al Arriaga y, echando la vista atrás, la gente que bajaba desde Abando. En el tramo final la marcha se aceleró y, una vez llegados al Arriaga, dieron cuenta del número aproximado de personas que nos habíamos reunido allí, unas 12.000, y se pasó a la lectura del manifiesto, finalizando el evento en torno a las 20:40. Aun así, todavía quedaba guerra por dar y el trayecto de vuelta en metro fue, si cabe, más animado que el viaje de ida. Ciertamente, aunque algunos esperaban bastante gente, otros no tenían demasiadas esperanzas, pero la respuesta del pueblo fue sorprendente para todos.
¡Hemos alzado nuestra voz y si nadie nos escucha, seguiremos en lucha!
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